Bajo el mar, entre las rocas de un acantilado, dos peces amigos están hablando:
—Jolines, siempre choco contra esas piedras.
—¿Por qué? —le pregunta el amigo.
—Pues porque solo sé frenar en seco.
Un niño está haciendo los deberes delante de la tele, y le pregunta a su padre:
—Papá, ¿quién ganó a los cartagineses?
Y el padre contesta:
—No lo sé, hijo. Ya sabes que no entiendo de fútbol.
En pleno agosto, en la terraza de un bar, un abuelo le dice a su mujer:
—Feliz año nuevo.
—¿Feliz año nuevo? Pero si estamos en agosto.
Pero el abuelo vuelve a decir, un poco más alto:
—¡Feliz año nuevo!
—No seas pesado. ¡Que no es fin de año!
El abuelo, cansado, se pone la dentadura postiza y dice:
—¡Felisa, me muero!
En la playa, un niño le pregunta a su madre:
—Mamá, ¿se ve mejor con un ojo o con dos?
—Con dos, hijo. Con dos —contesta la madre.
Y el niño pregunta entonces:
—¿Y por qué María cierra un ojo cada vez que pasa un chico?
La maestra le pregunta a un alumno:
—¿Por qué dejaste el examen en blanco? Las preguntas eran muy fáciles…
Y el alumno contesta:
—Las preguntas sí, pero las respuestas no.
El padre le dice al hijo:
—Tenemos que ir a Ikea.
—¡Pero ahora empieza el partido! —se queja el chico.
—Ya —responde el padre— pero dijimos que iríamos.
Y el chico contesta:
—Si hay que ir a Ikea, se va. Pero ir pa ná estantería.
En el aula de informática el profesor pregunta a Marcos:
—¿Qué contraseña has puesto?
—No se la puedo decir —contesta Marcos—, es secreta.
—Está bien —dice el profesor—, pero dime al menos cuántas letras tiene.
Y el niño responde:
—¿Cuántas letras tiene TRANSFORMACIÓN?
—¿Qué es blanco y te hará daño si se cae del árbol?
—Una nevera.
Dos delfines han bebido una copa de más y van nadando por el mar, hacen piruetas y juegan. De pronto pasan cerca de una estrella de mar y dicen:
—Cuidado, el sheriff.
Una niña le dice a su abuelo:
—¡Abuelo, estás muy gordo!
Y el abuelo contesta:
—¡Sí, como una tapia!
Una mujer, harta de que los ratones se cuelen en su casa, llama al casero y le dice:
—¡Aquí no se puede vivir! Esta casa está llena de ratones.
—¿No estará exagerando? —responde el hombre.
La mujer pone un trocito de queso en el suelo y, al momento, aparecen cincuenta ratas.
—¡Vaya! —dice el casero—. ¿Y ese pulpo de la pared?
Y la mujer contesta:
—De las ratas ya hemos hablado. Ahora hablemos de la humedad.
Rosita está comiendo pan con mantequilla, pasa un niño y se lo tira al suelo. Una profesora ve llorar a la niña y le pregunta qué ha pasado.
—Juan me ha tirado el bocadillo al suelo —dice Rosita.
—¿Con intención? —pregunta la maestra.
Y la niña, llorando todavía más, dice:
—Nooooo, con mantequilla.
Pedro y Pablo caminan por la arena, ven un puesto de helados y Pedro dice:
—¿Me compras un helado?
—No —contesta Pablo—. Lo he dejado.
—¿El qué? —pregunta Pedro, sorprendido—. ¿Comer helados?
—No. Pagártelos.
La hermana mayor ve a su hermano pequeño delante del ordenador con los ojos cerrados, y le pregunta:
—Oye, ¿qué haces con los ojos cerrados?
Y el hermanito le contesta:
—Es que Windows me dijo que cerrara todas las pestañas.
Un niño que se llama Marcos le pregunta a su amiga Vanessa:
—¿Cómo metes a una jirafa en la nevera?
—No lo sé —contesta Vanessa.
Y Marcos le dice:
—Abres la puerta, metes la jirafa y cierras la puerta.
Vanessa le pregunta a su amigo Marcos:
—Y tú, ¿cómo meterías a un elefante en la nevera?
Y Marcos contesta:
—Abres la puerta, metes al elefante y cierras la nevera.
—Pues no —contesta Vanessa—. Abres la nevera, sacas a la jirafa, metes al elefante y cierras la puerta.
Dos ratas pasean por la calle y por encima de ellas pasa un murciélago:
—¿Qué era eso? —pregunta una, espantada.
—Mi novio, que es piloto.
Un padre y su hijo están viendo un partido de fútbol en el que juega el equipo de su pueblo. El niño pregunta al padre:
—Papá, por qué gritan «iglesia abandonada» cada vez que nuestro equipo falla un gol?
Y el padre contesta:
—Porque no tiene cura.
Una familia está haciendo una excursión por la montaña y el hijo pregunta a sus padres:
—¿Los pedos pesan?
—Claro que no —contestan sus padres.
Y el niño dice:
—Entonces me he hecho caca.
—¿Qué dinosaurio se mete siempre en líos?
—El bronca-saurio.
Dos madres se encuentran para hablar de las actividades extraescolares de sus hijos y una le pregunta a la otra:
—¿Cómo le van los estudios de violín a tu hijo?
—Ahora le han pagado una beca para terminar los estudios en Austria.
—¿Quién, el gobierno?
—No, los vecinos.
Tres pastores están discutiendo sobre quién tiene el perro más listo, y el primero dice:
—Mi perro encierra a las ovejas, les da de comer y vigila la casa toda la noche.
—Eso no es nada —contesta el segundo pastor—. Mi perro encierra a las ovejas, les da de comer, vigila la casa, me trae el periódico y hace un triple salto mortal.
El tercer pastor, con lágrimas en los ojos, dice:
—El perro que yo tenía…
—¿Qué le pasó? —preguntan los otros dos.
—Que murió electrocutado —responde, triste.
—¿Por un rayo?
—No, arreglándome el televisor.
Un atracador se acerca a una chica y le grita:
—¡Levante las palmas!
Y la chica contesta:
—Yo pondría una X.
Era un niño tan despistado, tan despistado, tan despistado, que lo atropelló un coche aparcado.
En la consulta de un médico, un hombre mayor le pregunta al doctor:
—¿Y cómo puedo conservar el poco pelo que me queda?
Y el doctor contesta:
—Guardándolo en una cajita.
Una niña le pregunta a su madre:
—Mamá, mamá, ¿la abuela es bruja?
—No —contesta la madre—, ¿por qué lo preguntas?
—Porque estaba tocando los cables de la lámpara y ha salido volando por la ventana.
El primer día de clase una niña le pregunta a otra:
—¿Cuál es tu nombre de pila?
Y la niña nueva responde:
—Duracell.
En el establo un burro le pregunta a otro:
—¿Vamos a dar una vuelta hasta que nos aburramos?
De viaje en coche, una niña le pregunta a su hermano:
—¿Sabes cuál es la diferencia entre un coche y un váter?
—No, ¿cuál?
—Que en el coche te sientas y corres, y para ir al váter corres a sentarte.
Un padre y su hijo están en el Museo de Historia Natural, y el hijo pregunta:
—Papá, ¿las ballenas tienen novio?
—Claro, hijo.
—¿Y quedan juntos para ir de paseo?
—Sí, seguramente