Travis Nichols
LOS
Traducción de Rocío Rincón
Título original: The Terribles. Welcome to Stubtoe Elementary
Primera edición: octubre de 2022
© 2022, Travis Nichols
© 2022, Penguin Random House Grupo Editorial, S. A. U.
Travessera de Gràcia, 47-49. 08021 Barcelona
© 2022, Rocío Rincón Fernández, por la traducción
© 2022, Travis Nichols, por las ilustraciones de la portada
Diseño de interiores: Jen Valero
Diseño de portada: adaptación del diseño original de Penguin Random House / Michelle Cunningham
El artista ha usado sangre de duende y pergamino maldito para ilustrar este libro.
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ISBN: 978-84-272-2748-4
Compuesto en Aura Digit
Composición digital: Aura Digit
Esta es una obra de ficción. Los nombres, personajes, lugares o acontecimientos
que aparecen en ella son producto de la imaginación del autor o se han usado
en el marco de la ficción. Cualquier parecido con personas, vivas o muertas,
hechos o lugares es pura coincidencia.
PARA GREYSON,
EL DUENDE MÁS REPUGNANTE, GENEROSO, TERRIBLE Y QUERIDO DE LA TIERRA
ESTO ES CALA CANGUELO 1
EL ALUMNADO MEQUETREFE DE LA ESCUELA DEDO TORCIDO 7
BUENOS DÍAS, VLAD 11
SOBREVIVIR EN CALA CANGUELO (GUÍA PARA HUMANOS Y HUMANOIDES) 28
FRANKI HACE UN AMIGO 33
BRANQUI LA LÍA 48
TEMAS TERRIBLES: ¿CÓMO ES TU CUARTO? 57
ASEAN A LOBO 65
CÓMO ESCRIBIR LA CANCIÓN PERFECTA 78
ÍNDICE
LA INVASIÓN DE ALI 81
LA PATALETA DE LIZZI 94
GRIFF GANA EL JUEGO 123
SE REQUIERE TU PRESENCIA 132
LA CANCIÓN DE ERIK 135
BOBBY: SALSÓLOGO 150
EL TRAJE NUEVO DE EMMA 153
TEMAS TERRIBLES: ¿CÓMO SON TUS PADRES? 161
OTRA VEZ REUNIDOS 168
EL FESTÍN DE BOBBY 171
LA LECCIÓN DE LA SEÑORA VERNE 197
PEGOTENSE: GUÍA DE LOS VERBOS DE BOBBY 222
GENERADOR DE NOMBRES DE GRUPOS 226
x
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Esto es Cala Canguelo
Lo primero es lo primero, tú que me lees. Pese a lo que te han contado, todos ellos existen. Me refiero a los monstruos, los críptidos, los fantasmas y los engendros. Todos ellos.
¿Sabes esa casa que queda a un par de ca-lles y que tienes clarísimo que está encantada? Pues tu intuición va bien encaminada. Está hasta arriba de poltergeists. ¿El hombre del saco que tienes bajo la cama? Es real, pero no te preocupes por él. Es vegetariano. O casi.
¿Que si hay duendes, momias, criaturas del pantano y zombis? Sí, sí, sí y sí. ¿Extraterres-
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tres? Son todavía más raros y tienen los ojos incluso más saltones de lo que te imaginas. ¿Sasquatches, chupacabras, hombres polilla y monstruos del lago Ness? Claro que sí.
Pues vale. Ahora que hemos dejado eso claro, que no cunda el pánico. La cosa no es tan grave como crees.
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La situación es la siguiente. Antes de que na-cieras, el mundo era un sitio muy diferente. Por los siglos de los siglos, los monstruos vagaron con libertad y sin temer a nada ni a nadie.
Unos kaijus de noventa metros de alto arra-saron ciudades enteras. Los vampiros y los hombres lobo sembraban el terror en las aldeas. Los paracientíficos* se dedicaron a maquinar y los fantasmas de la ópera se dedicaron a aflojar
* UN PARACIENTÍFICO (O CIENTÍFICO PERIFÉRICO) ES ALGUIEN QUE ESTUDIA Y PRACTICA UN TIPO DE CIENCIA NO ACEPTADA POR LA COMUNIDAD GENERAL. POR EJEMPLO: LA CRIPTOZOOLOGÍA, LA ASTROLOGÍA, LA PARAPSICOLOGÍA O EL COLLAGE.
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lámparas de araña para que cayeran encima del público.
No era posible detener su caótico reino ali-mentado por el terror.
Pero, con el tiempo (apenas unos años antes de que llegaras), la mayoría de los monstruos* decidieron que era el momento de echar raíces.
Metieron todas sus cosas en cajas y se mu-daron a una isla llamada Cala Canguelo, que está muy perdiiida en los confines marinos, un lugar que apesta a pescado. Allí podían tener trabajos normales, probar aficiones nuevas y formar familias bajo el anochecer eterno que provocaba la neblina volcánica.
Así que tienes menos de lo que preocuparte que hace un par de páginas. Sigue con tu vida. Deja este libro y comprueba si tienes recados o tareas domésticas pendientes de los que ten-drías que ocuparte.
¿Cómo dices? ¿Quieres conocer mejor a los habitantes monstruosos de Cala Canguelo?
*Y HUMANOIDES.
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¿De verdad que no intentas librarte de hacer recados?
Genial. Pues veamos. Cala Can-guelo es, en buena medida, una comunidad bastante tí-pica: hay casas, tiendas, por-tales a varias horripilantes dimensiones paralelas, oficinas, coches, un río de cieno radiactivo, etc. Los habitantes tienen vidas normales. Siegan el césped, hacen la compra y mandan a sus hijos al colegio.
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El alumnado mequetrefe de la escuela dedo torcido
Lo primero que construyeron quienes fun-daron Cala Canguelo fue un puesto de bo-cadillitos. A los adultos les encanta decir cosas como: «Mira que cuesta conseguir un bo-cata decente por aquí». El Erial del Bocadillo de Miguel Bocacuchillo alardeaba de vender siete tipos de bocadillos, y los siete estaban malísi-mos. Pero eso no era culpa de Miguel Bocacu-chillo. Se necesita el agua adecuada para que el pan quede blando y gomoso. Por eso cuesta tanto encontrar un buen bocadillo en la mayo-ría de sitios.
Los bollitos gourmet de Miguel Bocacuchillo
Casi
de todo
Hongo
matutino
Nada
Veneno
de verdad
Queso azul
(sin querer)
Lo que hubiera
en ese barril
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En todo caso, el segundo sitio que constru-yeron fue un colegio para cuando sus hijos na-cieran, fueran engendrados, salieran del huevo o los invocaran a la isla. La llamaron Escuela Dedo Torcido por un asuntillo carente de im-portancia. En serio, no hay ninguna anécdota que lo explique. ¿Cambiamos de tema?
Hay unas cuantas aulas en la Escuela Dedo Torcido, pero solo una profesora/directora/con-sejera/monitora del comedor. La señora Verne está más que capacitada para ocuparse de todo eso. Se podría decir que la señora Verne… venía con la isla. Hay quien dice que venía con el planeta. En todo caso, los niños la adoran.
Algunos estudiantes han mostrado interés por el programa de intercambio. Con él, unos pocos humanos podrían viajar a Cala Canguelo y pasar un
Trigo trémulo
Sra. Verne
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trimestre con ellos, pero no se ha dado con la manera de asegurarse de que los visitantes no sean devorados de inmediato, por mucha crema que usen para camuflar su olor. Hasta entonces, esperamos que este libro te sirva para presen-tarte sin riesgos a los estudiantes de la Escuela Dedo Torcido.
Vamos a echarte un vistazo. No eres un bebé quejica. Mmm… Pero tampoco es que desta-ques por tu madurez. Sin ánimo de ofender, ¿eh? En cualquier caso, si resulta que te tras-ladaras a Cala Canguelo y te matricularas en la escuela (sin que te rebozaran, te metieran en la freidora y te engulleran como si fueras un palito de queso gigantesco, ardiente y rezumante), seguramente acabarías en la clase de los mayo-res de la Escuela Dedo Torcido. Y cuando fue-ras algo más mayor, te tocaría ir al instituto que hay al otro lado del campo. Entonces ¿quieres que nos centremos en ese grupo de niños? Per-fecto. Quedamos así.
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Buenos días, Vlad
Vlad tenía las orejas puntiagudas, el pelo en punta y los dientes puntiagudos. Vestía una capa puntiaguda y zapatos en punta. Vlad era un vampiro.
Los vampiros evitan la luz del sol porque tiende a hacerlos explotar de un modo espantoso. Por suerte, el volcán ubicado en el centro de Cala Canguelo no dejaba de emitir una cortina de humo tan espesa que Vlad y los demás vampi-
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ros podían llevar un horario diurno y convivir con el resto de monstruos.
Vlad y sus padres estaban viendo Fantasma-das al máximo, una serie sobre dos familias de fantasmas que se aparecen en la misma casa de un modo tan molesto como hilarante, cuando un avance de las noticias la interrumpió.
—Se ruega atención a todos los residentes de Cala Canguelo —anunció un atractivo montón de cieno—. Debido a las operaciones de man-tenimiento en la planta eléctrica, la comunidad
